En las Jornadas de la Red de Semillas en Aínsa



 



 El fin de semana del 4 y 5 de febrero se celebró en Ainsa un nuevo encuentro de la Red de Semillas de Aragón, donde Ecologistas en Acción era una de las muchas organizaciones colaboradoras en estas jornadas.

Sólo pudimos asistir al primer día de las jornadas, pero nunca nos hubiéramos perdonado dejarnos asustar por las condiciones metereológicas que nos trasladaban los medios de comunicación, invitándonos a quedarnos en casa y dejar, por ello, de haber asistido a estas magníficas jornadas. Más de 150 personas asistimos a un nuevo brote de soberanía alimentaría en la provincia, transformadora de esta sociedad.

Nos perdimos las presentaciones y comenzamos dándonos cuenta de la enorme variedad de legumbres de la comarca anfitriona, el Sobrarbe, a través de las explicaciones de Jorge Ezquerra de la red de hortelanos del Sobrarbe, que nos enseñó algunas de ellas, recuperadas por esta asociación. Y como colofón, algunos afortunados (los 40 más rápidos en inscribirse) pudieron disfrutar de una cata de judías de diferentes puntos de Aragón, preparada por Luis Berzosa y Pedro Ramos.

Catando color, olor, sabor... de las judías
Continuando las charlas se presentó Ixada, una cooperativa de cuatro jóvenes del Sobrarbe, salida del taller de empleo de agricultura ecológica. Tras un año de prácticas y adquisición de conocimientos, la amistad e inquietudes similares los embarcó en este proyecto común, que ya comienza a ser realidad. Muchos de los presentes firmaron avales mancomunados para apoyar esta iniciativa que se está financiado a través de coop57 (qué haríamos sin esta cooperativa de economía social). En el blog de Ixada encontrarás información de cómo ayudarles.

El ambiente ya era muy bueno, pero lo mejoró, todavía mas, cuando por sorpresa aparecieron dos miembros de encantarias  con un cantar de ciego que fue respondido por un mar de carcajadas en respuesta a la historia cómica que nos trasladaban. Encantarias es una cooperativa de servicios turísticos-socio-culturales que realizan visitas guiadas teatralizadas a varias localidades de la comarca.

A continuación se desarrolló una interesante mesa redonda sobre ganadería autóctona donde un ganadero de vacuno, Luis Lascorz nos contó su experiencia con la parda pirenaica, una investigadora del CITA, Albina Sanz, nos habló sobre la serrana de Teruel, Miguel Buñuel, por parte de los ganaderos de ovino, nos acercó la Rasa maellana del Bajo Aragón, desde Saravillo Andrés Bielsa nos dio a conocer su trabajo con las cabras y la elaboración de quesos, para finalizar con Luis Sanjoaquín con el Latón de La Fueva, una manera de criar cerdos especial, más que una raza autóctona en sí.

Todas las experiencias comentadas, tenían el denominador común de haber conseguido con unos pocos ejemplares recuperar la especie y trabajar para hacerla productiva, así como el interés y la sensibilidad por conservar estas especies de aquí y realizar prácticas agroambientales muy importantes para la conservación de la naturaleza, pero siempre limitado por una salida comercial, que conlleva para los productores problemas para conseguir una ganadería que pueda estar certificada como ecológica: sobre todo en el tema de piensos, cantidad de la producción y condiciones del terreno.

Tras una comida multitudinaria, como tiene que ser, vegana, local y ecológica, la tarde comenzó con dos estupendos talleres, donde el problema resultó elegir uno de los dos, o el de semilleros o el de injertos y nos metimos en este segundo impartido por miembros del CITA y de la red de semillas.
Taller de injertos


Charla de Gustavo Duch
Luego, ya tod@s de nuevo junt@s, llegó la charla “comer sin lavarse las manos” de Gustavo Duch, al que tuvimos la suerte de escuchar por segunda vez en dos días, ya que el día anterior fue el ponente de nuestras jornadas “miradas críticas”. Próximamente pondremos un enlace de video y audio a estas charlas. Utilizó palabras de Galeano que las sentimos cercanas “estamos embarazados de un mundo nuevo”. “Sin lavarse las manos” es un libro de cuentos de Gustavo, que nos ha gustado mucho. Son historias del día a día de aquí y de otros puntos del planeta, que a pesar del drama que conlleva la normalidad de ser afectado por las consecuencias e impactos de las actividades de las grandes corporaciones (sean agrotóxicas o energéticas), nos mandan mensajes muy positivos que nos llevan a tener más ganas en conseguir una transformación social, a través de la soberanía alimentaria.  

Posteriormente tocó el turno de la mesa de experiencias (agricultores sabios) donde Joaquín Castillón, nos contó su experiencia con los vinos ecológicos de bodega Pirineos (Montesierra), pero también de cereales, olivos y otros cultivos tradicionales de la zona del Somontano. Otra de las personas en la mesa era “la Mari”, sus intervenciones fueron de los momentos más entrañables de estas jornadas. Su papel fue acercarnos el papel de las mujeres campesinas en tiempos de la posguerra y dio muchos consejos a l@s jóvenes. “Más os vale cultivar más huertos y chillar menos como locos con el fútbol”, fue uno de ellos.

Con la proyección del corto “¿Por qué dixamos o nuestro lugar?” de Carlos Baselga, que estuvo presente para su presentación y una cena a base de chorizo y longaniza a la brasa, ofrecido por el ayuntamiento de Ainsa, alrededor de una buena hoguera, única forma de aguantar las bajas temperaturas de la noche, finalizó la primera de las dos jornadas. Nosotros nos volvimos, no pudimos estar el domingo, pero según las crónicas estuvo igual de bien que el sábado.

Como colofón a esta crónica queremos utilizar palabras de Gustavo Duch, que también aparecen en la introducción de su penúltimo libro “Alimentos bajo sospecha”, que utilizó para definir la soberanía alimentaria, transformando un proverbio africano: “Mucha gente pequeña, en muchos lugares pequeños, cultivarán pequeños huertos…que alimentarán al mundo”.


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