Como os decíamos en una entrada anterior, sobre
el tercer encuentro de la Red de Semillas de Aragón que se celebró en Ainsa,
hace unas semanas tuvimos la suerte de poder disfrutar durante dos días de la
presencia de Gustavo Duch en nuestra provincia. Ahora os queremos dejar el vídeo de la charla
que Gustavo impartió en el ciclo “Miradas Críticas” en Huesca.
Gustavo Duch, introdujo el tema de “la compras
de tierra, nueva colonización de África y América”, con un cuento y un vídeo.
No es extraño lo primero, pues su último libro “sin lavarse las manos” es un
libro de cuentos. De cuentos magníficos y reales, una realidad dominada por las
grandes corporaciones y el sistema capitalista que no nos gusta y por eso
luchamos por cambiarla, pero que aún así la gente desarrolla, y eso se aprecia
perfectamente en los cuentos de “sin lavarse las manos”, tácticas de
positivismo, aspectos tremendamente humanos y sensibles, que conllevaran
(parafraseando, no sabemos muy bien si a Eduardo Galeano o a un proverbio
africano) que “mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas
pequeñas, cambiaran el mundo”.
El vídeo que utilizó de
introducción os lo ponemos a continuación, pues no tiene calidad suficiente en
nuestra grabación de la charla.
El tema del acaparamiento de tierras
es de gran gravedad pues, así nos lo expuso Gustavo, son transacciones
puramente especulativas que provocan la mayoría de las grandes hambrunas que se
producen en diferentes puntos del planeta (no dejarse de engañar por los medios
de comunicación que echan la culpa en exclusiva a la sequía) y afecta a aspectos
esenciales de nuestra alimentación. El capitalismo ha especulado con el
cemento, con la deuda externa, con los alimentos y ahora con una nueva vuelta
tuerca intenta sacar la máxima rentabilidad a la compra de tierras. En la
actualidad terceros actores han comprado en África, América Latina y partes de
Asía una extensión de tierras, equivalente a la mitad de la tierra fértil del
continente europeo.
A corto plazo la mayor parte de
estas tierras se dedican al cultivo, especialmente, de agro combustibles y en
menor medida de alimentos para la exportación. El resto se dedican al lucro del
uso forestal, relacionado como sumideros de CO2 y a la captación de minerales
de gran rentabilidad económica como el cotan. A largo plazo es una garantía de
contar con unos terrenos fértiles, cada vez más escasos y por lo tanto con un
valor (económico) en alza, limpios de poblaciones indígenas y campesinos que
son expulsados de sus ancestrales tierras, teniendo que subsistir en la
marginación de los suburbios de grandes ciudades o en auténticos “campos de
concentración del capitalismo” .
Pero bueno, mejor que escuchéis
directamente a Gustavo Duch, vale la pena:
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